martes, 6 de marzo de 2012

Improvisaciones

En Prevención de Riesgos Laborales se dice que hay dos maneras de entender la seguridad en el trabajo y por ende, dos maneras de trabajar la (posible) aparición de accidentes: la manera preventiva y la manera correctiva.

Si aplicas la manera Correctiva, significa que no adoptas medidas importantes para evitar los accidentes antes que ocurran: toda tu energía se destina a reaccionar, a poner parches para corregir errores. Te dedicas a actuar sólo cuando ya hay algo contra qué reaccionar. Esto puede ser cuando el accidente ya ha ocurrido o cuando el riesgo es tan grave y tan inminente que no te queda otra para evitar la catástrofe.

Por el contrario, existe una manera Preventiva de actuar. Quienes la eligen, eliminan riesgos antes que empiecen a causar problemas serios, observan, hacen pequeños cambios y van valorando resultados. En vez de pre-ocuparse, se ocupan. Siempre habrá imprevistos, pero el esfuerzo para amoldarse a éstos no será tan urgente, no les cogerá con el paso tan cambiado, estarán más preparados. Ya han anticipado y aceptado  que determinadas circunstancias pueden dar lugar a determinados riesgos.

Quienes defienden una manera más Correctiva de trabajar, dicen que es "muy caro" mantener un esfuerzo tan constante. Sobre todo, porque es muy costoso estar siempre previniendo algo que "no se sabe si pasará algun día". No planifican, no preveen. Esperan a actuar sólo cuando sea necesario y para solucionarlo todo rápidamente. A corto plazo.

Sin embargo, los que trabajan de manera más Preventiva, están convencidos que su esfuerzo vale la pena y lo explican de maner muy sencilla: "a largo plazo, es más costoso pagar accidentes y consecuencias que intentar mantener las condiciones para que éstos sean menores o no ocurran".

No sólo elegimos trabajar "a corto plazo" sólo en las empresas, sino también con muchos otros ámbitos, como el Emocional: queremos ver los resultados de los esfuerzos que hacemos de manera inmediata. Queremos que la dieta "milagro" nos quite 20 kilos de sobrepeso sin pasar hambre, que nuestra pareja esté "ahí" cuando la necesitamos y bajo cualquier circunstancia sin haber cuidado la relación, que nuestros hijos no defrauden los esfuerzos que en ellos hemos dedicado, ser capaces de soportar todo el estrés que se nos eche encima sin pestañear...

En muchas ocasiones sólo queremos hacer "inversión" cuando "realmente se necesita", como es un momento de crisis personal (de pareja/ familiar/ laboral). ¿Es realmente más barato?

¿Nos creemos el mensaje que dicen los médiums por la tele: "pide y se te dará"?

¿O elegimos Ocuparnos? ¿Y hacer Prevención?   

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Alguien me dijo una vez que si hay dos tipos de personas: las que piensan que efectivamente sí existen siempre 2 tipos de personas y ... el resto. ¡Gracias por el comentario!

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  2. Desde luego estamos en la era de las soluciones milagro... o eso nos gustaría! Muy de acuerdo en prevenir y si no lo hacemos, al menos en ser consecuentes y responsables de los resultados de nuestras acciones. Pero ojo! que eso nos puede llevar a querer tenerlo todo controlado, y a estas alturas deberímos saber que en el terreno emocional y de relaciones humanas, 2 + 2 casi nunca son 4. Muy buen post!

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